Se lavan y se vacían. Se abren y se ponen en la bandeja del horno con la piel hacia arriba a unos 200 grados. Se echa un chorrito de aceite de oliva, un poco de agua y sal y pimienta. Se dejan unos 15 minutos en el horno. Se sacan, se dejan enfriar y se pela. Después se trocean o se dejan enteros (a gusto del cocinero) y se sofríen con ajo, aceite, vinagre y un poco de azúcar. Se pueden comer fríos o calientes.
2006-06-12 10:12:18 UTC
Yo el proceso inicial lo hago igual, pero en lugar de cocinarlos los aliño con aceite, vinagre, sal y cebolla picada. Para bocadillos o ensaladas quedan excelentes.
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